El primero de
los hábitos
Se refiere a la proactividad, que no es más que la capacidad
de tener iniciativa para emprender proyectos y efectuar las tareas, así como
ser responsable de nuestros actos y decisiones, sean estas buenas o malas. O
dicho de otro modo, reconocer nuestra responsabilidad de hacer y dejar de
hacer, y/o poner el mayor empeño para que las cosas se den.
Es importante destacar que, los 7 hábitos de la gente
altamente efectiva no comprende cambiar la vida de las personas y
organizaciones en días o semanas, sino mas bien a cambiar desde adentro hacia
afuera, a largo plazo y pero con la gran diferencia que es para toda la vida.
Un segundo Hábito
Es el de Empezar con un Fin en Mente, este refleja que al
iniciar un propósito se debe conocer el fin que se quiere lograr, significa
conocer con claridad la misión, visión, metas, filosofía, saber a qué distancia
están y cuanto falta para lograrse. Solo se así se darían los pasos correctos
hacia al crecimiento y desarrollo definitivo.
Es aquí donde se identifican quehaceres de la vida cotidiana,
como el caso en que tenemos proyectos, primero los pensamos y luego muy pocos
ejecutamos. Pues, en este hábito sucede similar, se orienta a comprender que
las cosas se crean dos veces, primero mentalmente y luego ejecutándola,
destacando los principios de hacer y hacer, disposición, planificación,
organización, liderazgo, y descartando el miedo a no resultar exitoso, lo que
permite identificar claramente donde se está detenido, y si se está sobre el
camino correcto, y de ser necesario reconducir o retroalimentar con rapidez.
El tercer hábito
Es el resultado de ser proactivo y empezar con el fin en
mente, se denomina Poner Primero lo Primero, y orienta a que las tareas,
actitudes, se organizan identificándoles por grado de importancia, y
ejecutándolas en esa misma dirección. Es aquí donde se inicia la transición
hacia la adopción de principios, a la conversión de la efectividad, a la
apertura de auto descubrimiento y a asumir sentido común de manera organizada.
Pues, las prácticas y las técnicas cambian con la tecnología e innovación pero
los principios no cambian.
Al poner en práctica los hábitos antes descritos, se puede
decir que se dio la transición de la dependencia a la capacidad de yo hacer por
mis propios medios, de no necesitar de otro para lograr lo que se quiere, a la
libertad, a lo que el Dr. Covey denominó “la actitud del yo”.
Un cuarto hábito
Se refiere a Pensar Ganar – Ganar, en el cual se
orienta hacia el beneficio mutuo, compartir de conocimientos, la abundancia
plena y la capacidad de cooperación mutua. De esta manera, todo lo que se hace
resulta enriquecedor para las partes involucradas, lo que evita la pérdida de
tiempo y diferencias encontradas. Esto es gerencia moderna y capacidad de
reconocimiento del que piense diferente, el cual es un elemento indispensable
que debe ser incluido en el Modelo Social Venezolano.
Es en este paradigma donde el carácter es la gran base, se
conservan las relaciones emocionales, se manejan acuerdos mutuos, todo
sustentado en sistemas, es decir; el sistema de adiestramiento, planificación,
comunicaciones, presupuestario, informativo, recompensas y cualquier otro se
basan en este hábito de ganar – ganar.
Seguidamente, un quinto hábito
Denominado busque primero entender luego ser entendido. Aquí
se inicia el camino hacia la comunicación interpersonal efectiva, hacia la
comunicación empática, donde se debe aprender antes de enseñar. Escuchar
significa dejarse influir de manera correcta, pero es el punto de partida de
influir en los demás.
Es en este hábito donde se aprende a tratar a todos por
igual, pero a cada uno de modo particular puesto a que todas las personas son
diferentes, por tanto; se diferencian en sus ideas, opiniones, comportamientos,
y otros puntos de vista.
Un siguiente hábito llamado Sinergizar
Orientado hacia la cooperación creativa, comunicación
respetuosa, donde las partes asumen bajo la base del ganar – ganar una idea aún
mejor, en la cual el resultado es mayor que la suma de ambos, además se aprende,
mejora en conocimiento y se aprovechan las diferencias para crear disposición
de generar con altura soluciones a los problemas mejor que la vez anterior.
Sinergia no es más que abrir la mente y el corazón hacia
nuevas ideas y opciones, traspasando de viejos paradigmas a nuevos
descubrimientos, que generen valor agregado, reconociendo que las personas no
ven las situaciones como son, sino como son ellos.
Finalmente el séptimo hábito
Que se define como afilar la sierra, hace referencia a la
capacidad de renovar con equilibrio, de revisar los seis hábitos anteriores y
corregir, innovar y mejorar continuamente. Dicha mejora, debe ir precedida del
cumplimiento de las cuatro dimensiones, que son: física, mental, social y
espiritualmente.
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