viernes, 20 de febrero de 2015

Gestión de Almacén

GESTIÓN DE ALMACÉN


La gestión de almacenes se define como el proceso de la función logística que trata la recepción, almacenamiento y movimiento dentro de un mismo almacén hasta el punto de consumo de cualquier material – materias primas, semielaborados, terminados, así como el tratamiento e información de los datos generados.



La Gestión de Almacenes se sitúa en el Mapa de Procesos Logísticos entre la Gestión de Existencias y el Proceso de Gestión de Pedidos y Distribución. De esta manera el ámbito de responsabilidad (en cuya ampliación recae la evolución conceptual del almacenamiento) del área de almacenes nace en la recepción de la unidad física en las propias instalaciones y se extiende hasta el mantenimiento del mismo en las mejores condiciones para su posterior tratamiento.

La gestión de almacenes tiene como objetivo optimizar un área logística funcional que actúa en dos etapas de flujo como lo son el abastecimiento y la distribución física, constituyendo por ende la gestión de una de las actividades más importantes para el funcionamiento de una organización.

LOS BENEFICIOS QUE JUSTIFICAN LA IMPORTANCIA DE LA GESTIÓN DE ALMACENES SON:



o    Reducción de tareas administrativas.
o    Agilidad del desarrollo del resto de procesos logísticos.
o    Optimización de la gestión del nivel de inversión del circulante
o    Mejora de la calidad del producto
o    Optimización de costes

FUNCIONES DE LA GESTIÓN DE ALMACÉN:
o    Recepción de materiales
o    Registros de entradas y salidas del almacén
o    Almacenamiento de materiales
o    Mantenimiento de materiales y almacén
o    Despacho de materiales
o     Coordinación del almacén con los departamentos de control de inventarios y contabilidad  

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL ALMACÉN:
o    La custodia fiel y eficiente de los materiales o productos debe encontrarse siempre bajo la responsabilidad de una solo persona en cada almacén.
o    El personal de cada almacén debe ser asignado a funciones especializadas de recepción, almacenamiento, registro, revisión, despacho y ayuda en el control de inventarios.
o    Debe existir un sola puerta, o en todo caso una de entrada y otra de salida (ambas con su debido control).
o    Hay que llevar un registro al día de todas las entradas y salidas.
o    Es necesario informar a control de inventarios y contabilidad todos los
movimientos del almacén (entradas y salidas), la programación y control de producción sobre las existencias.
o    Se debe asignar una identificación a cada producto y unificarla por el nombre común y conocido de compras, control de inventario y producción.
o    La identificación debe estar codificada.
o    Cada material o producto se tiene que ubicar según su clasificación e identificación en pasillos, estantes, espacios marcados para facilitar su ubicación. Esta misma localización debe marcarse en las tarjetas correspondientes de registro y control.
o    Los inventarios físicos deben hacerse únicamente por un personal ajeno al almacén.
o    Toda operación de entrada o salida del almacén requiriere documentación autorizada según sistemas existentes.
o    La entrada al almacén debe estar prohibida a toda persona que no esté asignada a él, y estará restringida al personal autorizado por la gerencia o departamento de control de inventarios.
o    La disposición del almacén deberá ser lo más flexible posible para poder realizar modificaciones pertinentes con mínima inversión.
o    Los materiales almacenados deberá ser fáciles de ubicar.
o    La disposición del almacén deberá facilitar el control de los materiales.
o    El área ocupada por los pasillos respecto de la del total del almacenamiento propiamente dicho, debe ser tan pequeña como lo permitan las condiciones de operación.


PROCESOS DE LA GESTIÓN DE ALMACENES
El mapa de proceso de la gestión de almacenes se compone de dos ejes transversales que representan los procesos principales - Planificación y Organización y Manejo de la información - y tres subprocesos que componen la gestión de actividades y que abarca la recepción, el almacén y el movimiento.


PLANIFICACIÓN Y ORGANIZACIÓN



El proceso de planificación y organización es de carácter estratégico y táctico, dado que tiene que brindar soluciones de recursos en comunión con las políticas y objetivos generales que contempla la estrategia de la compañía, en aras de potenciar las ventajas competitivas por las que apuesta la misma. Dentro de las actividades o subprocesos que se deben realizar en el proceso de planificación y organización se encuentran:

Diseño de la red de distribución de la compañía: Toda compañía necesita establecer políticas respecto a su red de distribución, dado que esta debe ser acorde a su mercado y óptima en capacidad de respuesta para mitigar las fluctuaciones de su demanda. La complejidad de las decisiones respecto al diseño de la red de distribución es tal, dado que requiere de la combinación precisa de instalaciones, modalidades de transporte, y estrategias. El Diseño de una Red de Distribución es la planificación y ubicación estratégica de los almacenes y centros de distribución de manera que permitan gestionar el flujo de productos desde uno o más orígenes hasta el cliente. Desarrollar una adecuada red de almacenes para la compañía y los clientes requiere considerar una cantidad significativa de elementos: Número de almacenes, las ubicaciones, la propiedad de la gestión o el tamaño de los mismos.

Responsabilidades de la Gestión de Almacenes (Gestión Propia o Subcontratación): Una vez se ha diseñado la red de distribución se procede a determinar si se autogestionará el almacén o si se subcontratará.

Ubicación de almacenes: La firma Pricewaterhousecoopers recomienda que la localización de los almacenes se aborde desde un enfoque con doble perspectiva:
·         Una visión general del mercado: Para acotarse geográficamente a un área amplia, y
·         Una visión local del mercado: Que contemple aspectos particulares de las zonas acotadas en la visión general.

Tamaño de los almacenes: Un almacén debe ser dimensionado principalmente en función de los productos a almacenar (en tamaño, características propias y cantidad de referencias) y la demanda (especialmente en sectores afectados por la estacionalidad de la demanda). Pero además de estos, intervienen otros factores que deben ser considerados a la hora de dimensionar el tamaño de un almacén. Los factores a tener en cuenta para el cálculo del tamaño de un almacén son:
  • ·         Productos a almacenar (cantidad y tamaños)
  • ·         Demanda de los mercados
  • ·         Niveles de Servicio al cliente
  • ·         Sistemas de manipulación y almacenaje a utilizar
  • ·         Tiempos de producción
  • ·         Economías de escala
  • ·         Lay out de existencias
  • ·         Requisitos de pasillos
  • ·         Oficinas necesarias



No hay comentarios.:

Publicar un comentario